Flanker, el mejor regalo para el Día del Padre

No es habitual ver a un padre y a un hijo coincidir en el campo en un partido de rugby. No nos referimos a ver un partido juntos en la grada sino a estar en el césped jugando juntos. Pero en Flanker hemos querido acercaros algunas de estas historias para conmemorar que este sábado celebramos el Día del Padre.

A nivel internacional tenemos varias casos de padres cuyos hijos también han jugado a primer nivel en el mundo del rugby.

La familia Quinnell en Gales Derek jugó en la selección de Gales, debutó en 1971 con la selección y, aunque sus tres hijos (Scott, Craig y Gavin) nunca llegaron al gran nivel de su padre, también se dedicaron profesionalmente al rugby. Scott disputó con los Dragones la Copa del Mundo de 1995 y la de 1999, donde jugó con su hermano Craig.

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Con más de 30 años de diferencia, Ricardo y Martín Landajo, padre e hijo, hacían su debut con Los Pumas, ambos con el 9 a la espalda. Ambos debutaron con la selección argentina antes los todopoderosos Wallabies.

Tener un padre Puma claro que me marcó. Siempre estuve orgulloso; a veces usaba sus camisetas viejas de Los Pumas con el número 9

Owen Andrew Farrell, fue el jugador más joven en aparecer en el rugby profesional inglés cuando debutó a los 17 años de edad. Sin embargo, su padre le había precedido en este camino, ya que Andy Farrell también había sido jugador profesional.

Juan Imhoff, hizo historia con Los Pumas, al vencer a los Springboks, por primera vez en 50 años. Hizo tres tríes en la victoria por 25 a 37 en campo sudafricano. Su padre, José Luis Imhoff, exjugador de Los Pumas, lo vivió con emoción desde la grada.

Padre hijo Flanker

Hay un caso en Madrid, que merece un sitio destacado en este post. Se trata del de Juan Brotons, pilier del tercer equipo de Industriales que con 72 años terminó la temporada con ganas de seguir jugando.   Abuelo, Padre y nieto juegan en el mismo club. Tres generaciones de la misma familia, unidas por un mismo deporte, por un mismo equipo, por un mismo espíritu.

Compartir hierba, sudor y golpes en el campo, entre padre e hijo, es algo que vimos hace menos de un año en el Costa de Almería, cuando los Martínez compartieron melé.

Y no solo en el campo

Padres que entrenan a sus hijos, que les transmiten la pasión por este noble deporte, que desde pequeños les han inculcado los valores de ‘este deporte de bestias jugado por caballeros’. Y es que en Flanker sabemos que el rugby es algo más que un deporte.

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